Envuelto en una casi permanente bruma se encuentra el lago Ness, uno de los lugares enigmáticos más famosos del mundo y el "hogar" del célebre monstruo que se cree vive en sus frías aguas.
Los rumores de un presunto gran animal o monstruo que mora en el lago han circulado durante siglos desde hace 1.500 años, aunque la precisión, credibilidad y veracidad de tales historias siempre se ha cuestionado.
Muchos habitantes locales argumentan a favor de su existencia, sin embargo algunos escépticos sugieren que estos rumores de Nessie existen en su gran mayoría para favorecer a la industria del turismo y al folclore local. La historia de los supuestos avistamientos y la creación del mito del monstruo del lago Ness, sería la siguiente:
La leyenda cuenta que el misionero irlandés San Columbano, evangelizador de Escocia, fue el primero que relató un encuentro con el monstruo en el año 565 de nuestra era. La bestia había atacado a un vecino en el río Ness, que desemboca en el lago y el hombre santo exhortó a la bestia a que no atacase a las personas.
Probablemente, la influencia del santo varón fue determinante y por suerte para los vecinos de la zona, las costumbres de esta bestia parecen ser bastante pacíficas.
De todas formas, no fue hasta los años treinta de nuestro siglo cuando los testimonios de avistamientos del monstruo se hicieron más frecuentes. Es más que probable que una causa directa de este mayor número de observaciones fuese la construcción de una carretera que bordea al lago y que lo hace, por lo tanto, mucho más accesible a los visitantes.
Precisamente, mientras viajaban por esa carretera, George Spicer y su esposa vieron el 22 de julio de 1933 lo que describieron como una enorme y oscura criatura con un largo cuello.
Igualmente algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían en las profundidades de este lago.
En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas que actualmente son atribuidas al monstruo del lago Ness.
La primera descripción moderna sucedió en 1868 y en 1930, el periódico Northern Chronicle publicó una noticia titulada "Una extraña experiencia en el lago Ness" en la que contó la historia de dos pescadores que decían haber visto un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point.
Pero no los aburriré con las historias de los casos porque son muchos. Se trata de un animal de entre los 14 y los 20 metros de longitud, de piel lisa y color oscuro, por lo general gris o pardo, en el que destaca su largo cuello rematado por una cabeza relativamente pequeña y achatada, que en ocasiones está coronada por una especie de pequeños cuernos o antenas.
La mayoría de las descripciones modernas sobre el aspecto del monstruo, indican que existiría una criatura que se asemejaría a los extintos plesiosaurios, unas criaturas acuáticas prehistóricas.